
Qué es la diabetes tipo 1: explicado fácil y sin drama
Por Sarai Lecuna · Educadora emocional y autora de Vivir sin miedo
Recuerdo perfectamente el día en que escuché por primera vez esa frase: “Tienes diabetes tipo 1.” Me sonó a idioma extranjero, a algo de lo que solo hablaban los médicos en las películas. Mi cara fue una mezcla entre “¿eso se cura con infusiones?” y “¿me estás diciendo que ahora mi cuerpo necesita instrucciones por escrito?”
Si te lo han dicho hace poco, o si lo oíste hace tiempo pero todavía no lo entiendes del todo, este artículo es para ti. Vamos a ver juntos qué es la diabetes tipo 1, cómo funciona el cuerpo cuando aparece y, sobre todo, cómo se vive con ella sin perder la calma (ni el sentido del humor).

¿Qué es la diabetes tipo 1?
La diabetes tipo 1 es una condición en la que el cuerpo deja de producir insulina. La insulina es como la llave que abre la puerta de las células para que la glucosa (el azúcar de los alimentos) pueda entrar y dar energía.
Cuando esa llave falta, la glucosa se queda dando vueltas en la sangre sin poder entrar. El resultado: mucha energía circulando… pero no donde se necesita. Por eso las personas con diabetes tipo 1 tenemos que poner insulina desde fuera, con un boli o una bomba, para hacer el trabajo que el cuerpo ya no hace.
¿Y por qué pasa esto? Porque el sistema inmunitario (que normalmente nos protege) se confunde y ataca las células del páncreas que fabrican la insulina. No es culpa de nadie. No se contagia, no aparece por comer mal, ni por estrés. Simplemente ocurre. Y aunque no tiene cura, sí tiene control.
Cómo se vive con diabetes tipo 1 (de verdad)
Vivir con diabetes no significa vivir enfermo. Significa vivir con consciencia. Tu cuerpo necesita tu atención, no tu miedo. Y aunque al principio puede parecer un máster en matemáticas (hidratos, dosis, glucosa, unidades…), con el tiempo se vuelve automático. Sí, a veces el sensor pita más de lo que te gustaría, pero aprenderás a reírte de ello.
Yo también tengo diabetes tipo 1. Y te prometo que hay días buenos, regulares y otros que parecen una montaña rusa. Pero el secreto no está en tenerlo todo controlado, sino en saber cómo volver a tu equilibrio cuando algo se desajusta.
Qué NO es la diabetes tipo 1
- No es un castigo ni una culpa.
- No se “cura” dejando el azúcar: la insulina es necesaria sí o sí.
- No eres frágil, eres una persona que aprende a tomar decisiones cada día.
- No necesitas hacerlo perfecto, solo constante.
Cómo explicarlo a alguien que no lo entiende
Cuando alguien me pregunta qué es la diabetes tipo 1, suelo decir: “Mi páncreas se jubiló antes de tiempo, así que yo me encargo de su trabajo.” Y la gente lo entiende enseguida. Si eres madre, padre, pareja o amigo de alguien con diabetes, aquí van algunos consejos:
- Pregunta cómo puedes ayudar, no asumas lo que necesita.
- No digas “no puedes comer eso”: mejor pregunta cómo se ajusta.
- Y sobre todo, recuerda que la diabetes no define a la persona, solo la acompaña.
Mini tips para empezar sin miedo
- 💧 Hidrátate bien: el agua es tu mejor aliada para mantener la glucosa estable.
- 🍽️ Come con ritmo: evita saltarte comidas y mantén horarios regulares.
- 🏃♀️ Muévete un poco cada día: el ejercicio ayuda al cuerpo a usar mejor la glucosa.
- 😅 No te agobies: nadie nació sabiendo contar raciones de hidratos, se aprende.
- 📲 Usa la tecnología a tu favor: sensores, apps o alarmas son herramientas, no enemigos.
¿Y ahora qué hago con toda esta información?
Empieza por lo básico: conocerte a ti mismo. Apunta lo que comes, cómo te sientes y qué valores tienes antes y después de comer. En unos días empezarás a notar patrones: “ah, mira, si desayuno tarde, me sube más”, o “cuando duermo poco, estoy más alta”. Eso es autoconocimiento, y vale más que cualquier manual.
Y si quieres ir más allá, tengo un ebook práctico con herramientas para entender tu cuerpo sin saturarte ni vivir a dieta. Está pensado justo para personas como tú, que prefieren aprender de forma sencilla y real.
Conclusión: tu vida sigue, solo con nuevas instrucciones
La diabetes tipo 1 no viene a quitarte nada, sino a invitarte a mirar de otra forma. A escuchar tu cuerpo, a entender tus emociones y a ser un poco más paciente contigo mismo. Y sí, también a reírte cuando el sensor decide pitar en medio de una reunión o de una siesta.
No eres un número ni un diagnóstico. Eres una persona con una historia, y ahora tienes una oportunidad para escribirla de nuevo.
Conecta conmigo
Si te ha gustado este artículo, sígueme en redes sociales para seguir aprendiendo juntos:
Y si quieres recibir cada semana contenidos fáciles y humanos sobre diabetes, bienestar y vida real, suscríbete a mi newsletter.